LA CAMPAÑA CIELO OSCURO |
► Qué es la Campaña Cielo Oscuro |
► Quiénes promovemos la Campaña |
► ¿Qué es la contaminación lumínica? |
► Cronología de la Campaña Cielo Oscuro |
► Documentación y enlaces relacionados |
"Las personas de las generaciones futuras tienen derecho a una Tierra indemne y no contaminada, incluyendo el derecho a un cielo puro"
(Declaración de los Derechos de las Generaciones Futuras de la UNESCO).
Dedicándonos a iluminar el cielo no sólo derrochamos nuestro dinero sino que abusamos de los recursos naturales, agredimos el hábitat de animales nocturnos y migratorios, y arrebatamos a nuestros hijos la contemplación del cielo estrellado.
La iluminación exterior:
LA BUENA:
Es eficiente: la luz se dirige al suelo y a los lados, que es donde se necesita. La iluminación es uniforme. Se reduce el deslumbramiento. Se puede controlar y dirigir fácilmente. Preserva el cielo oscuro de la noche. Es más barata: utiliza menos energía porque la aprovecha mejor. Ver ejemplos de buena iluminación en Cantabria. |
|
LA MALA:
Es poco eficiente. Gran cantidad de luz es enviada al cielo. Deslumbra. La iluminación es "dura". Más cara: se necesita más energía porque gran parte de ella se envía a ninguna parte. Ver ejemplos de mala iluminación en Cantabria. |
|
LA PEOR:
Ilumina poco, pero permite observar muy bien el vuelo de las gaviotas por la noche... |
Este tipo de contaminación se debe principalmente al uso de luminarias mal diseñadas, que envían la luz hacia arriba (en especial, de las farolas "tipo globo"), al exceso de potencia, así como a la existencia de horarios inadecuados de iluminación ornamental.
El mal apantallamiento en la iluminación de exteriores hace que, en muchos casos, la luz sea enviada directamente al cielo.
Proponiendo leyes de eficiencia energética, ahorraríamos en España unos 250 millones de euros al año, y reduciríamos en 1,5 millones de toneladas la contaminación de CO2 a nuestra atmósfera.
Disminuir la cantidad de luz no significa que disminuya la seguridad ni la visibilidad. No se trata de apagar las farolas ni de cambiarlas todas de golpe. Por una afortunada coincidencia, las lámparas de menor consumo y mayor eficiencia son las que menos contaminan.