Datos obtenidos en Laon

 

 

Hora (TU)

Temperatura (ºC)

(termómetro ennegrecido)

Temperatura (ºC)

(termómetro digital)

Humedad (%) Iluminación (lux)

09:06

17

19.9

80

09:10

16

09:20

17

18.7

84

09:25

21

19.6

86

09:30

21

20.4

84

09:35

18

20.3

80

09:42

17

19.6

81

09:45

16.8

19.0

81

09:50

16.8

18.2

83

09:55

19

18.2

86

10:00

(lluvia)

10:15

15

16.4

91

1700

10:17

1300

10:18

1000

10:19

775

10:20

15

15.7

95

550

10:21

440

10:22

120

10:24 (totalidad)

0

10:26 (totalidad)

15

15.2

100

0

10:30

400

10:31

14.5

15.0

100

550

10:32

600

10:35

15

14.9

100

800

10:37

15

14.9

98

1400

10:38

1900

10:44

14

15.0

98

 

10:54:

15.5

15.7

100

 

10:56

16.2

15.9

98

 

11:00

17

16.5

98

 

11:05

17

16.7

96

 

11:10

18.5

17.2

95

 

11:15

18

18.5

94

 

11:16

18.5

18.6

91

 

11:20

18

18.8

89

 

11:22

17.5

18.8

84

 

11:25

18.3

18.9

82

 

11:30

17.7

18.8

 

Exponemos aquí los datos recogidos en nuestra observación. Estos son principalmente datos meteorológicos dado que las nubes nos impidieron observar la corona solar y el cielo estrellado.

La temperatura fue obtenida con 4 termómetros. Uno de mercurio (gráfica 2) y otro digital (gráfica 3), fueron colocados a la sombra. De los otros dos, también de mercurio y situados al Sol, uno era normal (gráfica 1) y el otro estaba ennegrecido para que actuase como "radiómetro" (gráfica 4).


 

Antes del viaje se detectó un error sistemático en el termómetro digital de manera que medía aproximadamente 1º más de temperatura que los demás. Por otra parte, su gráfica es mucho más suave a causa de la inercia que presentaba el aparato.

Para obtener la humedad utilizamos un higrómetro, también digital. En cuanto a la luminosidad empleamos un fotómetro digital dirigido al cénit, aunque con ciertas limitaciones dado que el tope de la escala estaba situado en 2000 lux y su resolución tampoco permitía medir luminosidades muy débiles. Por esa razón los datos están restringidos a los instantes inmediata-mente anteriores y posteriores a la totalidad.

La observación tuvo lugar en un punto de coordenadas 3º48'36"E +49º28'57" situado ligeramente al Norte del pequeño pueblo de Corbeny, en la carretera entre Reims y Laon.

El primer contacto estaba previsto para las 9h 6m pero las nubes sólo nos permitieron la observación del Sol a las 9h 22m (todas las horas en U.T.) y durante unos 10 minutos. La Luna ya ocultaba aproximadamente 1/3 del diámetro solar. En esos momentos los termómetros registraron un pico en la temperatura, que subió hasta los 20º. El segundo pico se produjo a las 9h 55m cuando se abrieron nuevos claros y con el Sol ya ocultado entre un 50 y un 75%. No obstante, en aquellos momentos veíamos unas nubes bastante densas que se aproximaban desde el Norte y a las 10h empezó a llover. El agua obligó a proteger algunos instrumentos, lo cual explica el intervalo sin datos en las gráficas.

La lluvia duró casi 15 minutos y cuando cesó observamos una caída de la temperatura hasta los 14º, el aumento de la humedad, que rebasaba ya el 90% (gráfica 5) y, sobre todo, las primeras variaciones del  fotómetro. Con el Sol ocultado casi en un 95%, la luminosidad estaba por debajo de los 2000 lux (gráfica 6) y, posiblemente uno de los hechos más espectaculares del momento fue comprobar cómo la aguja de este instrumento iba marcando en tiempo real la disminución de la luz ambiente.

(En estas gráficas, las dos líneas verticales punteadas delimitan la fase total del eclipse).

A partir de esos instantes la temperatura se mantuvo prácticamente estable en torno a los 14º mientras la humedad llegaba a valores de saturación (100%).

La presencia de las nubes hizo que hasta momentos antes de la totalidad no estuviese claro hasta qué punto la oscuridad del entorno era debida al eclipse, aunque a través de algunos huecos distinguíamos el cielo con un color azul apagado y algo "grisáceo".

La llegada de la oscuridad no ocurrió súbitamente aunque sí de forma bastante rápida. Como podemos imaginar, las reacciones fueron muy diversas, desde los gritos y la alegría, hasta un cierto desconcierto o incluso desilusión porque "no se hizo de noche". En efecto, la luminosidad ambiente de un eclipse depende de la luz que llega por el horizonte desde más allá de la sombra lunar y, por tanto, depende del tamaño de dicha sombra. Con un eclipse que dura algo más de 2 minutos era de esperar que la oscuridad no fuese total y que se pudiesen distinguir objetos incluso en la lejanía. No obstante, aquellos que tenían una idea quizás más aproximada de lo que podía ocurrir, sin duda se sintieron más impresionados por la "calidad" de la luz que por el oscurecimiento del entorno. Es posible que el motivo sea que estamos acostumbrados a que el cielo sobre nuestras cabezas sea más luminoso que cuando dirigimos la vista al horizonte. En un eclipse esta situación se invierte y la única luz que llega proviene del horizonte y a eso habría que añadir la presencia de las nubes, que ayudaron a difundir la luz iluminándose "desde abajo". Es difícil encontrar un símil adecuado aunque quizás con lo que mejor podría compararse es con la formación en el cénit de una gigantesca nube de tormenta.

El horizonte también adquirió tonalidades muy diversas que variaron desde el amarillento hasta el rojo dependiendo de la zona y del observador.

La sombra se fue tan rápido como llegó aunque ahora la variación de luz se apreció mejor, posiblemente porque nuestras pupilas estaban dilatadas. La temperatura mínima se registró unos 10 minutos después de la totalidad debido a la inercia de la atmósfera que no responde inmediatamente a los cambios en la radiación que recibe del  Sol. El aumento se empezó a notar a partir de las 10h 50m, a medida que salíamos del eclipse y se abrían algunos claros.

La humedad alcanzó el 100% en el momento de la totalidad y se mantuvo así durante la siguiente media hora. Posteriormente volvió a disminuir hasta los valores que tenía al comenzar el eclipse. En cuanto a la gráfica del fotómetro, presenta una cierta asimetría que pensamos que puede deberse a la nubosidad.

El viento no sufrió cambios intensos, seguramente porque las nubes amortiguaron los efectos del eclipse en a atmósfera. Durante la totalidad sopló con fuerza 1-2 en la escala de Beaufort, oscilando entre 2 y 3 antes y después. Algunos observadores indicaron, de forma cualitativa, que el viento bajó de intensidad en los momentos de la totalidad.

Para finalizar este repaso de los datos obtenidos en Francia hay que mencionar un hecho sorprendente e inesperado. Observadores situados a varios metros de distancia y que obtenían datos de forma independiente, notaron fuertes variaciones de luminosidad, como si el descenso y el aumento de luz ambiente se produjera a escalones o de forma discontinua. Así figura tanto en los comentarios incluidos en las grabaciones de las cintas magnetofónicas y de vídeo como en los testimonios recogidos después del eclipse. En estas grabaciones aparecen de forma unánime al menos dos escalones que se produjeron unos dos minutos antes y después de la totalidad. A las 10h 22m el fotómetro registró una caída más fuerte aunque es difícil saber si se trata de un error (desgraciadamente no se pudo obtener una medida a las 10h 28m).

Explicar este hecho no es fácil dado que la ocultación del disco solar tiene lugar de forma gradual. Por otra parte, las nubes eran relativamente uniformes y en un intervalo de tiempo tan corto no mostraron cambios sustanciales. Quizás habría que recurrir a algún proceso ocular relacionado con la percepción de bajas luminosidades. Por supuesto agradeceríamos la ayuda de alguien que nos proporcionase la explicación a este fenómeno.

 

Vuelta a la página del eclipse.

 

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