LAS LEÓNIDAS |
¿Qué son las Leónidas?
Las
Leónidas es una lluvia de estrellas fugaces
visible cada año en torno
al 17-18 de noviembre, presentando un
máximo con intensidad de tormenta
cada 33 años,
lo que se
esperaba para 1999. En realidad, desde 1998 hasta ahora, la actividad viene
siendo bastante alta.
Para este año se esperan también numerosos meteoros, si bien la Luna casi llena podrá molestar para su observación.
Anteriores máximos de esta lluvia, como los de 1833 o 1866, sembraron el pánico entre la población, que pensaba que había llegado el fin del mundo al ver que "todas las estrellas caían de los cielos". Estas tormentas, que sepamos, vienen ocurriendo desde la Edad Media. La de 1966 llegó a presentar hasta 150.000 meteoros por hora, la mayor lluvia jamás observada.
Añadamos
por otra parte que una lluvia de meteoros
no
es un fenómeno que se pueda predecir con total exactitud,
por eso se ignora la cantidad de meteoros que se podrá observar este año y
siempre podría haber sorpresas...
Pero... ¿qué son las estrellas fugaces (o meteoros)?
Los meteoros son pequeñas partículas (normalmente, entre un milímetro y varios centímetros) dejadas por un cometa a su paso, que al entrar a gran velocidad en la atmósfera de la Tierra se "queman" (en realidad el brillo se debe a la ionización del aire a su alrededor) y producen el trazo luminoso que vemos como estrella fugaz.
Estas partículas desprendidas del cometa siguen a éste en su órbita y por eso cada lluvia es visible una vez al año, cuando la Tierra en su movimiento anual de traslación encuentra a la acumulación de partículas. En el caso de las Leónidas, el responsable es el cometa Tempel-Tuttle, y siguiendo al cometa en su órbita, existe una zona de mayor densidad en la corriente meteórica, que es atravesada por la Tierra cada 33 años (cuando tiene lugar el perihelio del cometa) produciendo las espectaculares tormentas.
Hay
numerosas lluvias de meteoros anualmente, pero ninguna es tan intensa como las
Leónidas cada 33 años.
La fricción atmosférica es capaz de quemar meteoros de hasta varios kilos. No obstante, si una partícula es demasiado grande, puede no desintegrarse en su totalidad y alcanzar la superficie de la Tierra. El meteoro recibe entonces el nombre de meteorito. Nuestro planeta está recibiendo constantemente meteoritos de tamaño microscópico y mayores.
¿Por qué se llaman Leónidas?
El radiante de las leónidas es un punto de la constelación de Leo, próximo a dseta Leonis (en la "cabeza" del León). Al observador le parece que los meteoros "irradian" de dicho punto del cielo. Sólo se trata de un efecto de perspectiva; en realidad los meteoros llegan a nosotros en trayectorias paralelas: al igual que las vías del tren son paralelas pero parecen unirse en el horizonte.
Ello no quiere decir que su trayectoria tenga que empezar en el radiante. Una leónida puede aparecer muy lejos de su radiante, en otra zona del cielo, lo que ocurre es que si prolongamos imaginariamente su trayectoria hacia atrás, iríamos a parar al radiante. Si no es así, no se trata de una leónida (se trataría de un meteoro esporádico o perteneciente a otra lluvia).
¿Cómo observarlo?
El máximo tiene lugar normalmente en la noche del 18 al 19 de noviembre, aunque en las noches anteriores y posteriores también podrán verse meteoros.
Se verán más meteoros en la segunda mitad de la noche, en la madrugada.
Las leónidas son meteoros bastante rápidos (más cuanto más lejos del radiante aparezcan), puesto que entran en la atmósfera de la Tierra a 71 Km/h. Su trayectoria también es más larga cuando aparecen lejos del radiante. Con frecuencia presentan estela persistente.
Para observarlas, lo mejor es colocarnos en un lugar desde donde podamos ver todo el cielo (a simple vista, sin utilizar prismáticos ni telescopio), ponernos cómodos y bien abrigados, y disponernos a pasar así un buen rato.
La mejor
situación es el campo o la montaña, lugares alejados de las luces de la ciudad:
debido a la contaminación lumínica,
desde la ciudad se verán muchos menos meteoros...
No es necesario mirar a ningún punto en particular. Los meteoros pueden aparecer en cualquier zona del cielo. Tampoco se puede predecir el momento exacto en el que aparecen.
Hay que tener paciencia. ¡Podemos estar un rato sin ver ninguna fugaz, y luego de repente aparecer varias seguidas!
¡Oh! Qué bonito, pero....¿esto para qué sirve?
La Astronomía es uno de los campos de la Ciencia en que más importancia tiene el papel de los aficionados.
En particular respecto de las estrellas fugaces, los astrónomos aficionados suelen recoger datos mediante determinadas técnicas, que luego se envían a organismos internacionales para ser coordinadas con las de otros observadores de todo el mundo.
Esto conduce a una mejor comprensión de la trayectoria, composición y comportamiento de los cometas y la materia interplanetaria en general. No hay que olvidar que los cometas son fósiles de la nebulosa que dio origen a nuestro Sistema Solar, y que fueron ellos los que aportaron el agua y las materias orgánicas a la Tierra cuando ésta se formó.