La observación fue un éxito de público, pues gracias a la cobertura de los medios, casi un centenar de personas se acercaron por allí. Sin embargo la meteorología no quiso colaborar y sólo se vio alguna que otra perseida por los claros entre nubes... No obstante para muchos asistentes ya mereció la pena sólo por ver un telescopio de cerca y mirar por él.
Como mucha gente se quedó "con las ganas", la observación se repitió al día siguiente, el martes por la noche, y ese día sí tuvimos una noche despejada y se vieron bastantes fugaces.
Para la salida de toma de datos se buscó un lugar hacia el Sur donde el cielo estuviese más despejado. Así llegamos a las proximidades de Canduela, en el límite entre Cantabria y Palencia. Allí disfrutamos de un cielo despejado con magnitud límite en torno a 6 durante la mayor parte del tiempo, y tres observadores registraron meteoros durante unas cuatro horas de observación.
Como apreciación general podemos hablar de una actividad ligeramente alta: Parece que se están recuperando los niveles que se alcanzaron en los 90 tras el paso del cometa. Estos son los resultados obtenidos.
Añadamos también que el sábado 10, es decir dos noches antes del máximo, también se hizo una observación informal y se detectaron unas 15 perseidas en el intervalo de una hora (entre las 22 y las 23 h T.U. del sábado 10).