Artículo publicado en el boletín "ESTELA", Nº 84, Julio-Agosto 1999 por Alberto Sicilia García. Rogamos se cite su procedencia en caso de reproducirlo total o parcialmente.
El pasado día 24 de Abril de 1999 se produjo uno de los fenómenos del año más esperados por los astrónomos aficionados: la ocultación de Regulus, la estrella más brillante de la constelación de Leo, por la Luna. La baja magnitud de la estrella, la fase de la luna (cuarto creciente, iluminado un 72% del disco), y la gran altura de nuestro satélite sobre el horizonte hacían al acontecimiento muy sencillo de seguir y a la vez, realmente espectacular.
Coincidiendo con él, la Agrupación realizó una salida, de la que recibimos el cronometraje de Javier Ruiz. En Santander -a pesar de la noche, desapacible para la observación-, Alberto Sicilia pudo obtener igualmente los tiempos de desaparición (tras el limbo oscuro) y reaparición (por el lado iluminado).
OBSERVADOR |
DESAPARICIÓN |
APARICIÓN |
J. Ruiz |
21:15:20.7 |
22:29:36.0 |
A. Sicilia |
21:15:39.3 |
22:29:55.6 |
La diferencia entre ambos cronometrajes es debida a la distinta posición entre los dos observadores (del orden de los minutos de arco): si tenemos en cuenta que la Luna es un cuerpo relativamente cercano, su posición respecto del fondo estrellado variará notablemente según el lugar desde donde la observemos. Así, en algunos lugares de la Península la ocultación se retrasaba (o adelantaba) incluso minutos. Igualmente debemos destacar la exactitud de las efemérides, que coinciden espectacularmente con los tiempos observados.
Desde estas líneas queremos animar a todos los que dispongan de un telescopio a que se inicien en la observación de ocultaciones. Tan sólo se trata de localizar la estrella que va a desaparecer o el lugar de la luna por donde reaparecerá, y registrar este instante con la ayuda de un cronómetro sincronizado con las señales horarias de Radio Nacional de España. En vuestro parte de observación sería importante señalar, además del tiempo obtenido, vuestra posición (con la máxima exactitud posible), altura, condiciones atmosféricas (nubosidad, temperatura, brillo del cielo...) y el tipo de telescopio utilizado.
La observación de ocultaciones es una actividad relativamente fácil pero hermosa, en la que los resultados de la observación amateur son fundamentales para la investigación profesional, así que ¡ánimo y a mirar por el tubo!.