Los eclipses de Sol se producen cuando la Luna pasa por delante del Sol y nos lo oculta.
Si estamos situados en el lugar adecuado de la Tierra (tan sólo una franja de unos 180 Km de ancho), la Luna se colocará justo delante del Sol y lo ocultará por completo durante pocos minutos, produciéndose un eclipse total, y haciéndose visible la corona: la atmósfera solar, que normalmente no podemos ver.
Desde otros lugares, a ambos lados de la franja de totalidad, el eclipse será parcial, ocultando la Luna sólo una parte del Sol.