Esta es una crónica resumen de los principales fenómenos de lluvias de estrellas que hemos seguido durante el año 1998 en la Agrupación Astronómica Cántabra. Las lluvias de estrellas seguidas han sido las Perseidas, las Leónidas y las Gemínidas.
Como todos los años, el pasado 12 de agosto realizamos una salida para observar las Perseidas. En esta ocasión, y por segundo año consecutivo, fuimos a las proximidades de Reinosa junto con la Asociación Universitaria Cassiopeia. Al final resultó una de las salidas más accidentadas que recordamos y, por si fuera poco, las nubes apenas nos permitieron observar algunos meteoros. No obstante, la noche siguiente repetimos el intento, esta vez en Liencres. Las condiciones fueron mucho mejores y los tres observadores que obtuvieron datos registraron 40 meteoros en 3 horas (21 Perseidas). Las THZ calculadas para cada uno son las siguientes:
- Neila Campos: THZ = 31'34 meteoros / h
- Javier Rodríguez: THZ = 79'50 meteoros / h
- Javier Ruiz: THZ = 33'91 meteoros / h
En el caso de Javier Rodríguez parece que puede haber un error en la determinación de la magnitud límite, lo cual sobreestima la actividad. Utilizando una MALE más próxima a la de los otros dos observadores, el resultado sería similar.
A pesar de que no observamos muchos meteoros, las relaciones poblacionales calculadas para Neila Campos ( r = 1'99 ) y para J. Ruiz ( r = 2'11 ) son muy parecidas.
Para observar la lluvia de meteoros que se iba a producir el 17 de noviembre, la Agrupación, en combinación con la Asociación Universitaria Cassiopeia, organizó en principio dos salidas. La primera, el 14 de noviembre, iba a servir para localizar un lugar adecuado, probar los métodos de observación y recoger datos sobre la actividad antes del máximo. Al final esta salida tuvo que anularse ante las pésimas condiciones climatológicas reinantes en toda la región.
La segunda salida, el día 17 (fecha prevista del máximo) se presentaba mucho mejor, ya que había estado despejado casi todo el día. Así pues, a las 17 h salimos para Reinosa, aunque en aquellos momentos parecía que empezaba a nublarse. En Reinosa encontramos más nubes, así que decidimos ir algo más hacia el Sur a esperar acontecimientos. Aproximadamente a las nueve y media empezó a llover, y como la cosa se ponía cada vez peor optamos por volver a Reinosa y refugiarnos en una cafetería. Allí, sendas llamadas de Arturo Bravo y Wenceslao Poyatos al teléfono móvil que llevábamos nos informaron de que tanto en Santander como en Torrelavega también estaba lloviendo. A eso de la una, Javier Noriega y Carmen Lomba decidieron regresar a Santander, mientras que los demás, con la incorporación de Wenceslao (optimista nato) nos dirigimos hacia el Alto Campoo a probar suerte nuevamente. Las densas nubes no hacían presagiar nada bueno y, efectivamente, después de un buen rato, empezó a llover de nuevo y cada vez más fuerte. A las dos y media volvíamos a Reinosa, en medio de un intenso chaparrón, cuando una llamada de Javier Noriega nos comunicaba que en Santander empezaba a despejar. De inmediato emprendimos el viaje de vuelta en dirección a Santander, y finalmente, a las 3h T.U., desde Liencres (nuestro lugar habitual cerca de Santander), pudimos empezar a observar.
A causa de las nubes, sólo dos observadores registraron datos suficientes para obtener la tasa de actividad:
- Javier Rodríguez: THZ=35 meteoros/h
- Javier Ruiz: THZ=38 meteoros/h
En el caso de J. Rodríguez parece haber un error en el cálculo de la MALE y se ha tomado la de J. Ruiz.
A la vista de estos valores, cabe preguntarse qué pasó con la tormenta anunciada. la respuesta es que la máxima actividad se adelantó a la noche anterior. En realidad hubo dos máximos: uno muy intenso (THZ=500 aprox.) en la madrugada del día 17 y otro más modesto hacia las 18 h de ese día (THZ=180 aprox.). Este segundo pico de actividad era el previsto mientras que el primero fue inesperado. Muchas personas no relacionadas con la Astronomía nos han comunicado posteriormente que se vieron sorprendidas por meteoros muy brillantes en la madrugada del 17 cuando se dirigían a sus trabajos. Desde Santander, y con un 90% del campo tapado, J. Ruiz pudo registrar varios meteoros brillantes durante una hora, en la noche del 16.
Además de las Leónidas, cabe destacar el meteoro que observamos en Liencres, de magnitud -8, tan brillante que produjo sombras. Apareció en las patas de la Osa Mayor y en dirección Sur, con una trayectoria corta. La estela tenía un intenso y hermoso color verde (posiblemente debido al magnesio) y duró unos 5-6 seg. , curvándose a medida que era arrastrada por las vientos de la alta atmósfera.
También hemos recibido los detalles de la observación de Leónidas por parte de Faustino García, de Asturias, en la noche del 16 al 17 de noviembre. Entre las 23h 15m y la 1h 45m TU observó 118 meteoros, lo cual, teniendo en cuenta la altura del radiante y la magnitud límite (5'5) proporciona una THZ=840. No obstante, hay que tener en cuenta que la proximidad del radiante al horizonte sobreestima la actividad, por lo que en realidad debió de ser menor que esa cifra, en concordancia con lo publicado en diversos medios.
Una de las lluvias de meteoros más intensas del año es la de las Gemínidas, cuyo máximo se produce el 14 de diciembre, y este año decidimos observarla por primera vez. Además, en esta ocasión se producía una circunstancia especial como era la presencia de nuestro compañero de la Sociedad Astronómica Asturiana, Faustino García, que había venido a Santander para participar en la II Semana Astronómica organizada por la Asociación Universitaria Cassiopeia. Así pues, todos juntos nos fuimos hasta nuestro lugar habitual para las salidas, en Liencres. La Luna, ya pasado el Cuarto Menguante, no influyó en la observación, pero las nubes molestaron bastante.
Cuatro observadores participaron tomando datos visuales pero, entre ellos, los de Alberto Sicilia son difíciles de tratar por problemas en el dibujo de las trayectorias. Las THZ de los otros tres observadores (tomando r=2'5) fueron las siguientes:
OBSERVADOR |
T.U. |
THZ |
Neila Campos |
2116 2227 |
65 85 |
Javier Rodríguez |
2121 2255 |
45 38 |
Javier Ruiz |
2115 2255 |
54 20 |
En la segunda mitad de la observación, los valores diferentes de Neila se deben probablemente a la irregular distribución de nubes en el cielo.